20 enero 2011

Grito 11: DOÑANA INVESTIGADA POR LA UNESCO

La agencia WWF España denunció ayer que Doñana corre un grave peligro. El excesivo cultivo de la fresa, la futura construcción del oleoducto de Balboa y el posible dragado del río Guadalquivir amenazan al paraje natural andaluz.

Marismas de Doñana.

Hasta el lugar se ha desplazado una delegación compuesta por expertos de la Unesco, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y Ramsar, que harán una inspección in situ de los terrenos del espacio protegido. Comprobarán si su estado de conservación cumple con los requisitos que lo reconocieron como Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad.

Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF en España, se dirigió ayer a la Autoridad Portuaria de Sevilla, recordando la importancia del río Guadalquivir como vértebra principal del enclave natural y el fuerte impacto que podría suponer en Doñana la realización del dragado del río. El problema surgió en 2003, cuando el Ministerio de Medio Ambiente aprobó el proyecto que permitiría la entrada de grandes buques al puerto de Sevilla.

Puerto del río Guadalquivir, en Sevilla.

Por otro lado, los ecologistas han denunciado que la construcción de un oleoducto desde Extremadura hasta el puerto de Huelva puede acarrear daños considerables. Supondría el paso de 200 barcos petroleros cada año junto al Parque de Doñana, que se suma al riesgo actual de fugas de petróleo. La autorización que dará luz verde a su construcción está pendiente de ser resuelta por el Gobierno central.

Además, los ecologistas denunciaron las implicaciones que suponen las más de 6.000 hectáreas de cultivos de fresas regados con agua extraída de mil pozos ilegales, que se abastecen del acuífero natural de Doñana. "Están estrangulando el parque bebiéndose su agua", declaró Del Olmo.
Ayer, la Junta de Andalucía anunció la puesta en marcha del Plan de Ordenación de Zonas de Regadíos ubicadas al norte de Doñana. El programa considera la redistribución de hectáreas que supondrá la estabilidad acuífera a las zonas de cultivos consideradas esenciales para el desarrollo económico de la comarca. Asimismo, se limitará la expansión de los regadíos vinculados al sistema hídrico y ecológico de la reserva natural.

Según WWF España, este programa de regadío ha sido una estrategia de la Junta de Andalucía, que ha querido recibir a la Unesco con "los deberes hechos".

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