Una crisis sinónimo de desempleo. Y una evidencia las elecciones del próximo 20-N. No tan obvio el motivo que nos ha llevado a esta situación. Una patata caliente horneada por la gran potencia mundial y saboreada por sus conejillos de Europa y otros muchos países. Una patata que ha explotado y que ha salpicado a la clase obrera española gracias a las políticas protectoras económicas que favorecen a la banca.
Dos salsas: PSOE o PP para intentar digerir este tubérculo, que intenta rascar adeptos. Ya se sabe, con promesas de empleo y el estómago lleno se vive mejor.
Los ingredientes se constituyen en creación de empleo, mantenimiento de las pensiones, educación, sanidad, pequeñas y medianas empresas… y otros tantos secretos del chef. Atención que la receta cambia según los maestros:
Rubalcaba ha dispuesto en los últimos años una balsa de aceite con 35.000 puestos creados de policía y guardia civil; ha equiparado los derechos y libertades de los ciudadanos españoles a sus vecinos europeos, pretende instaurar un impuesto a los bancos que se enriquecieron con la especulación y el crecimiento urbanístico. Se encargará de los gastos de seguridad social durante los primeros años de contratación de nuevos trabajadores para así incentivar a la contratación en las empresas. Y lo que todos hemos pensado muchas veces, que los que tienen más paguen en consecuencia con el impuesto de patrimonio.
Si votan a Rajoy cuidado con la ambigüedad de su programa, empiecen a ahorrar para llevar a sus hijos al colegio, para llevar a la guardería a su nieto fruto del embarazado no deseado de su hija adolescente de 16 años. Escondan a quienes consideren inoportuno en el armario. Y rásquense los bolsillos y hagan más agujeros a su cinturón porque tendrán que pagar sanidad privada. Señores austeridad. Pónganse mascarilla que los activos tóxicos no se desvanecen solos.
Conocer sus secretos de cocina es complicado en tan poco tiempo y con limitaciones como los pactos de tiempo de los partidos, asesores y guiones. Pero a los que dicen que en el debate Rubalcaba ha otorgado la victoria a su rival concediéndole una entrevista. De rechupete! A ver si así se enteran los españoles de lo que pasa.
Si ven que quedan pocas líneas indígnense o celébrenlo, la censura ya no existe y el destino aún no está escrito. Solo sabemos que su apellido comenzará por erre y que las versiones de este debate tienen dos tonalidades. Según encuestas, redes sociales y analistas parece que mañana y pasado y al otro el cielo seguirá siendo de color azul. Eso sí, ojo si ven que sobre sus cabezas vuelan gaviotas.
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