07 diciembre 2015

Mi historia, ojalá pase a la historia

El debate decisivo. Un día que pasará a la historia. Hoy, 7 de diciembre. Eso llevamos escuchando días.
Y como muchos días que han pasado a la historia, lo hará pasando de largo para gran parte de una sociedad hastiada de engaños y falsas promesas. Porque como sostengo, es muy fácil proponer en campaña política.  Lejos queda el prometer y cumplir. Ya se sabe, por si acaso no se cumple. 
Me pregunto si tan complicado resulta realizar un programa político real, punto por punto. Mostrarlo sin florituras. Porque la sociedad está cansada de escuchar lo que quiere oir. Queremos la verdad. Y sabemos, no nos engañen, ni siquiera se atrevan a ocultarlo,  que dada la situación que acarreamos es muy complicado llevar a cabo gran parte de las cosas que se oyen u oirán esta noche en el debate. Al que por cierto,  no irá Rajoy.

El día que pasó a la historia, para desgracia de muchos españoles, fue aquel en el que se quedaron sin trabajo. 
Aquel en el que no pudieron pagar la factura de la luz o el agua.
Aquel en el que tuvieron que ir por primera vez a solicitar comida a un centro social.
Aquel en el que se quedaron sin su casa.
Aquel en el que algunos encontraron un trabajo, por fin. Un trabajo por 400€. Un trabajo por 800€. Un trabajo sin contrato. 
Aquel día en el que otros tuvieron que marcharse al extranjero porque en España el pescado ya estaba vendido.
Aquel en el que las libertades se vieron cercenadas. 
Aquel en el que la ilusión de un contrato de trabajo se transformaba en la propuesta de un contrato en prácticas, de 3 meses de duración y sin remuneración.
Y así, hasta aquel en el que cada uno se sienta identificado.

Es una pena que muchas de estas personas tuvieran, tengamos, "un día que pasó a la historia", y que ese día siga formando parte del presente. Es desconcertante que muchos de los que están fuera no puedan votar el próximo 20D. Y otros muchos, que no se han ido de España,  ni siquiera sientan que deben ir a votar.
Cómo osamos hablar del día que pasará a la historia,  cuando es nuestra historia, la que vivimos,  la que pasará a la historia por la precariedad que la sociedad española está viviendo en los últimos años.
Cuando pasa el tiempo y ves la corrupción política que existe,  es muy comprensible perder la confianza en los únicos que pueden hacer que haya un día que pase a la historia para todos aquellos que se han visto dañados,  y mucho, por la mala gestión y la deshonrosa buena conciencia de nuestros políticos.

03 diciembre 2015

Campanas de Oriente

Suenan a la hora en punto y a la media. Cada hora. Cada media hora.

A veces se escuchan, otras se oyen. Pero se escuchan campanas.

Cierro los ojos e imagino cómo fue el pasado, la historia que me rodea, pienso en otro tiempo. Deseo abrirlos para asomarme al alféizar de la ventana y verlos pasar. No hallo nada de aquel entonces. Ni carruajes, ni coches antiguos, ni gentes...

Como al asomarme no veo nada, no puedo esperar al siguiente repique, y buscando encontré esta foto del año 1915.


Imagen extraída de la web Carlos Sainz de Vicuña.

A pocos metros del modesto Hotel de ciudad donde me encuentro, existió un hotel, el Gran Hotel de Oriente. Ubicado en la Plaza Nueva. Según he leído, fue un lujoso hotel que prestó servicio en la ciudad de Sevilla desde finales del XIX. Justo a su lado, se encontraba otro Hotel, que no se muestra en la foto, el Hotel Cecil. Ambos hoteles, cuya fachada compartían, se fusionaron tras la Exposición del 29, dando lugar al Cecil - Oriente.

Contribuyó a alojar figuras tan importantes como Jorge Luis Borges o Curro Romero. Algo se ha escrito sobre el silencio de aquella habitación el día en el que Curro Romero tomó la alternativa con caballos en La Maestranza.

El hotel estuvo en explotación hasta 1970, cuando sus propietarios vendieron este inmueble para comprar otro en la calle Reyes Católicos y que a día de hoy es el Hotel Bécquer.

Se escuchan campanas, he contado once.
Al cerrar los ojos puedo verlo, lo veo. Me veo en aquella lujosa recepción recibiendo a Borges. Me veo felicitando a Curro Romero por sus dos orejas.



02 diciembre 2015

Belleza

La leo, releo, pronuncio, traduzco, y encuentro belleza.
Todo es bello en definición. Es bello en sí mismo.


La belleza en una niña cualquiera, en sus zapatos, en su ignorancia, en su inocencia.




 

 La belleza en las calles y en las gentes.



La belleza en mensajes.



La belleza a través de la cerveza.
 




La belleza de la naturaleza, la belleza de volar y ver que hay al otro lado del cielo.



La belleza de lo antiguo y de lo nuevo.



 La belleza de la curiosidad que permite el encuentro.


Nota. Todas las fotografías que se muestran en este Blog, salvo en las que se especifique lo contrario, han sido realizadas por Rebeca L. Aibar.





28 noviembre 2015

Miedo

Miedo:
A decir
A no decir
A sentir
A no sentir
A fracasar
Sufrir
Hacer sufrir
A escuchar
O no escuchar
A dar y recibir
No dar
A corresponder
y no ser correspondido
A no dar la talla
Perder la batalla
A comer
A llorar
Soñar
A mirar
A inventar
Crear
A escribir
A mostrar
y al que dirán
A morir
A reir
Incluso a imaginar
Miedo a vivir

11 noviembre 2015

El símbolo igual

Después de la avalancha de comentarios en redes, medios de comunicación, tweets, retweets, me gustas y no tan me gustas me lanzo al abismo y si alguien quiere que me ponga un colchón para amortiguar la caída.

Estoy tremendamente hastiada de ver como entre medios de comunicación y no tan medios, lo que debería ser una lucha contra la violencia en cualquier ámbito y género, se ha transformado en una lucha entre hombres ofendidos y mujeres despechadas. Una batalla de géneros que no nos lleva a nada bueno.
Tender a la generalización nunca ha sido buen camino ya que en el recorrido algunos pueden sentirse aludidos sin motivo y otros arropados.

Hablar de feminismo está muy bien si me remonto a la etapa en la que mis predecesoras defendían la igualdad entre ambos sexos. Y no hablo del terreno del maltrato sino de derechos inherentes a la persona, como el derecho al voto de la mujer, derecho a decidir sin el consentimiento de un marido, poder salir solas a la calle sin ser mal vistas, etc.

Pero ese feminismo sano ha desaparecido. Y si el machismo adolece de la creencia de sentirse superior a la mujer y su menosprecio,  el feminismo actual ha copiado esta nefasta premisa a la inversa. Prefiero hablar de igualitarismo.

Teniendo como referencia que hombres y mujeres no somos iguales ni física ni mentalmente, ¡Dios me libre! Y tomando como soporte el respeto y la tolerancia entendiendo que no somos iguales en esencia. No sentimos igual, ni pensamos igual, no tenemos las mismas necesidades, ni el mismo nivel de hormonas que cada mes, a nosotras nos convierte en neuróticas. El igualitarismo debería luchar por unos derechos inherentes a cada ser humano como tal, sin género. 

Dicho esto, muchos hombres, sí, digo muchos en masculino, manifiestan sentirse en inferioridad de condiciones frente a la ley de género. Dicen sentirse discriminados y reclaman que la ley debería ser igual para todos, hombres y mujeres. Totalmente de acuerdo.
Pero, o manzana, no es así. En base a las cifras de mujeres asesinadas o maltratadas cada año en nuestro país fue necesario legislar de forma más contundente contra los hombres que ponían o amenazaban con poner la mano encima a sus parejas o exparejas. Y aún así, la polémica ley no es eficaz ni eficiente. Para reflexionar.

Los especialistas explican que esto ocurre porque muchas de las que murieron no lo habían denunciado con anterioridad. Y en este sentido, supongo que del mismo modo ocurre con los hombres. Ya que desgraciadamente, seguimos viviendo en una sociedad en la que reconocer ser maltratada es duro, pero reconocerlo siendo hombre es cruzar una barrera aún mayor.
Seguimos viviendo en un país machista aunque nos pese. Admitir ser maltradado por una mujer implica comentarios del tipo "vaya maricona, la mujer le pega", "vaya calzonazos", "ese tío es un mierda si deja que la mujer le trate así", y mucho peores.

Asimismo, nos hemos convertido en una sociedad feminista, en su acepción peyorativa, cuando oímos la noticia de que un hombre ha sido asesinado por una mujer y cierto sector femenino de la sociedad dice o piensa, "algo le habría hecho para que se lo cargue", "seguro que la pobre ya no aguantaba más"...

Como no podemos generalizar algo de cierto habrá en según qué sentencias, y mucho más habrá de prejuicios, etiquetas y odio. Sobre todo de ésto último. Nos hemos convertido en eso, en odio. Odio entre hombres y mujeres. En a ver quién puede más. En yo no voy a una manifestación el 7N porque a mi amigo lo denunció su mujer por maltrato y era mentira. Yo no voy porque no sirve de nada. Yo no voy porque...

Existe un número de hombres maltratados o asesinados por sus parejas (féminas). Eso es real. Pero no se habla de cuántos. Y existe una cifra de mujeres maltratadas o asesinadas por sus parejas (varones) de la que se habla mucho. Los medios de comunicación tienen mucho que ver en esa confrontación de la que hablaba. Y a veces me pregunto si no sería mejor que esas mujeres (y esos hombres de los que no se habla) descansaran en paz y no pasaran a ser eso, un número más. Dejar de dar a sus asesinos el mejor trofeo que podrían tener: reconocimiento público. Dejar el morbo a un lado y fomentar la igualdad desde los espacios y contenidos que se emiten y publican. Porque queda genial informar de la próxima asesinada, cagarse, y perdón por la expresión, en el asesino. Pero, y después manzana, publicar contenidos sexistas, machistas o simplemente vacíos.

Invito a que hablen, y no me refiero solo a las mujeres víctimas de maltrato o violencia, sino también a los hombres que sean objeto del mismo horror. Porque ellos también tienen voz en este entierro, y pronostico pueden ayudar mucho más hablando a combatir contra la violencia que si siguen en silencio.

Dejemos que el símbolo igual deje de ser eso, un símbolo. Porque juntos es más.