La erupción del volcán Merapi, uno de los más activos de Indonesia ha causado 28 muertos y casi un centenar de heridos. La mayor parte de los cadáveres recuperados han sido encontrados carbonizados y los heridos presentan problemas respiratorios y quemaduras. Un día después del tsunami acontecido en las Islas Mentaway del mismo país, la situación en Indonesia se ha visto agravada por otro fenómeno natural. "Todavía estamos recabando detalles para identificarlos, la mayoría de ellos se quemaron vivos", ha declarado la portavoz del hospital de Sardjito, en la ciudad de Yogyakarta. El motivo de la muerte de los fallecidos, según fuentes hospitalarias han sido las ráfagas de aire expulsadas por el volcán ayer martes.
El país se encuentra desbordado por los dos fenómenos naturales que han azotado Indonesia en las últimas 48 horas. Las cenizas han cubierto las poblaciones cercanas al volcán y cientos de casas han sido destruídas. Por el momento, militares, agentes de policía y funcionarios civiles protegidos con mascarillas, se dedican a la evacuación de la población. Según el Ministerio de Sanidad, unas 18.000 personas están acogidas hasta la fecha en una docena de centros habilitados fuera del área peligrosa de diez kilómetros.
El mes pasado otro volcán de Sumatra, el Sinabung, entró en erupción, obligando a evacuar a miles de personas. Fuentes expertas en el fenómeno aseguran que no hay peligro de erupción inminente, pero aconsejan a las autoridades que continúen con las evacuaciones.
Indonesia se encuentra en el llamado anillo de fuego del Pacífico, una zona que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría de escasa magnitud y que pasan desapercibidos para la población.
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